Hasta el día de hoy me costaba trabajo admitir ésa honestidad brutal que encierran sus formas, ése ritual místico y arcaico que usted escenifica en una corrida de toros, ése alma purísima y oro que está dispuesta a la cornada antes que a dar un paso atrás, ése ser frágil y huidizo que escapa de objetivos indiscretos y que ha elevado la liturgia del toreo a tiempos lejanos en los que ni siquiera existía la penicilina y que el torero iba a la plaza a matar o morir.
Hoy le comprendo un poco más. Hoy he visto a un pueblo entero sufrir por usted. Hoy miles de arnedanos han guardado largas filas de más de 12 horas con la ilusión de conseguir una entrada para verle torear. Padres, madres, abuelos, niños, jóvenes..... aguantando la noche, el frío, la tormenta perfecta, el sueño e incluso a los espabilados de turno que se cuelan o que hacen negocio a costa de las ilusiones ajenas. Todos con un mismo sueño; " una entrada para José Tomás." Usted no estaba ahí para verlo, pero me consta que lo sabe, que es consciente de lo que ocurre en el mundo terrenal, que bajo su máscara de solemnidad se esconde un corazón de obrero incansable como los que hoy hacían fila en las taquillas del teatro Cervantes.
Muchos se han quedado sin su entrada, enfadados, cabreados, doloridos, humillados... la mayoría con razón Aficionados de toda la vida de Arnedo que acuden todos los años a la feria de novilladas con su abono pero que no constan en ningún registro de abonados, aficionados de Logroño, de San Adrián, Peralta, Calahorra, que cada año poblaban las gradas de la vieja plaza, no podrán asistir a la inauguración de la nueva, pero estoy seguro que el próximo día 20 en el Arnedo Arena, usted también toreará para ellos y estará dispuesto a ceñirse más aún en cada embestida sabiendo que los aficionados que se han quedado fuera podían haber llenado el embudo de Insurgentes.
El marco en el que realizará el paseíllo es el coso de sus características más bello que yo he visto jamás. Ya sé que le han dado detalles exactos de su estructura y su diseño y que gente de su máxima confianza han acudido hasta Arnedo para corroborarlos, pero hasta que uno no lo ve con sus propios ojos, no es consciente de su belleza y su torería. Se hubiera llenado seguro sin su nombre en el cartel, sólo la presencia del torero arnedano Diego Urdiales merecería tal hecho, pero su presencia en el mismo, le da un halo de majestuosidad al evento que ningún otro torero hubiera logrado conseguir.
Hoy entiendo un poco más a ésas personas para las que usted es su patria y le entiendo y le admiro a su persona, por ser capaz de comprender y asimilar los sacrificios de miles de aficionados de todo el mundo y convertirlos en los suyos propios ofreciendo como contraprestación su redención final en los ruedos en forma de cuerpo y alma torera en el sacrificio eterno del toreo por siempre jamás.
Gracias Torero José Tomás.
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