ARNEDO I+D

I+D, es un concepto relacionado con el mundo empresarial, se investigan nuevas técnicas, componentes, materiales, fórmulas, para posteriormente desarrollarlas y aplicarlas a la actividad profesional. Las grandes multinacionales hacen gala de sus presupuestos en I+D aunque luego ni siquiera se lleguen a desarrollar sus estudios.

Las empresas taurinas en su mayor parte ancladas en el pasado, deberían " tomar nota", como decía Juncal, y apostar por la investigación y el desarrollo. Los ganaderos de bravo llevan años aplicando nuevas técnicas en sus ganaderías y se ha avanzado mucho en el tema de la alimentación, enfermedades, inseminación artificial o fundas para los pitones y parece ser que dichas técnicas están dando sus frutos. Los toros se caen menos que en temporadas anteriores y en teoría salen con los pitones más astifinos. Pero los empresarios de plazas de toros, parecen reacios a aplicar nuevas técnicas en la confección de sus ferias y se ciñen a los pliegos de condiciones, si la plaza no es de su propiedad o a la ley de la oferta y la demanda, si la plaza es de propiedad privada. Hay excepciones por supuesto. Una de ellas es la Feria del Zapato de Oro y de Plata de Arnedo.

Durante los meses de invierno, la comisión organizadora, compuesta por peñas, club taurino y Ayuntamiento, recibe más de 200 solicitudes, acompañadas de sus correspondientes vídeos de novilleros sin picadores que desean participar en las pruebas de selección, que se celebran en la localidad jienense de Guarromán en el mes de febrero, mediante tres tentaderos en diferentes ganaderías de la zona. De todas las solicitudes se seleccionan los 30 aspirantes que deberán mostrar sus habilidades ante las becerras. Un jurado formado por la propia comisión, aficionado y medios de comunicación, deciden los 6 actuantes en la final del Zapato de Plata que se celebra en el mes de marzo en Arnedo con dos novilladas sin picadores. El ganador del certamen se elige mediante votación popular del público asistente a ambos festejos. Al novillero vencedor se le da la opción, siempre que haya debutado con picadores, de anunciarse en la feria del Zapato de Oro, eligiendo ganadería.

El Zapato de Oro es una feria de novilladas con picadores consolidada en el circuito novilleril como la más importante del planeta taurino. Podría denominarse como el desarrollo a la previa investigación del Zapato de Plata. El prestigioso galardón se le entrega al mejor novillero de la feria y entre sus poseedores se encuentran diestros como Enrique Ponce, Jesulín de Ubrique, Morante de la Puebla, Uceda Leal, Miguel Abellán, Diego Urdiales o César Jiménez entre otros. La de Arnedo es una plaza exigente, donde su afición no regala ni aplausos ni apéndices, pero que se entrega con pasión cuando en el ruedo se hacen las cosas con torería. El Ayuntamiento de la localidad, lleva tiempo haciéndose cargo de las posibles pérdidas de ambos festejos, asumiéndolas como inversión.

Es de admirar esta actitud el pueblo de Arnedo en el tema de la INVESTIGACIÓN (visionado de vídeos, seguimiento de novilleros con y sin picadores, selección en el campo de toreros y ganaderías...) y DESARROLLO (organización del Zapato de Oro y de Plata) aunque de este trabajo se aprovechen otras empresas, en la última feria de San Isidro de Madrid, la primera plaza del mundo, al menos diez toreros tenían en su poder el Zapato de Oro y dos novilleros el de Plata.

MAYO, EL MES DE LAS FLORES Y DE LOS TOREROS

Emoción, alegría, sorpresa, admiración, ilusión, esperanza, unanimidad, todas esas flores eran las que uno percibía desde el tendido bajo del 6 mientras que Diego Urdiales daba una triunfal vuelta al ruedo tras arrancarle una oreja a Dormidito, toro negro de la ganadería de Dña. Carmen Segovia herrado con el número 13 en la paletilla y muerto a espada por el diestro Riojano un martes 13 de mayo, día de San Pedro Regalado, Patrón de los toreros, en la plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo. Y le arrancó la oreja, porque hay orejas que se dan, orejas que se cortan y orejas que se arrancan, y Diego le arrancó la oreja con el corazón, con el único argumento de su muleta su espada y su torería. La muleta adelantada, dibujando el redondo con los pies asentados en la arena, daba igual que la espada en su primero no estubiese afilada y le impidiese arrancar otra con los mismos argumentos, porque a Dormidito lo mataron las ganas de ser torero, porque para ser torero no basta con saber torear, además hay que demostrarlo y tras dos temporadas sin contratos le llegó la ocasión en un festival en Alfaro donde tras triunfar lo anunciaron en la feria con una corrida de Baltasar Iban a la que cortó tres orejas y un rabo, otro festival en Autol y la corrida de Cebada Gago en la Feria de Logroño a la que cortó una oreja que le permitió coger una sustitución para matar la de Victorino en la misma feria y toparse con Molinito, toro desbordante que emocionó al público de Logroño, pidiendo el indulto que la presidencia otorgó, y todo ello sin ni siquiera tener apoderado, toreando a la soledad en la plaza de Arnedo, sintiendo el traje de luces a escondidas o robando eternos muletazos a vacas ya tentadas bajo la lluvia y el frío del invierno en Jaen. El toreo es valor, pero no solo para enfrentarse al toro sino también a su ausencia, cómo sentirse torero sin ese miedo a tu lado noche y día, cómo coger un capote sin saber cuando llegará tu tarde, cómo imaginar un toro que no existe en el horizonte si solo ves portones cerrados en todas las plazas, teléfonos que comunican y promesas incumplidas con el pase del desdén.

El horizonte ya pinta celeste y oro. Los teléfonos ya suenan y las promesas incumplidas se cumplen como pases de pecho de pitón a rabo. Los toros que no existían en el horizonte, pastan en las dehesas de Iberia esperando a que llegue el día de encontrarse con tu muleta y tu espada, esas que dibujaban naturales al aire y estocadas al olvido y que ahora duermen hasta la hora de vestirte de luces y hacer el paseillo en una plaza con nombre y abrir la puerta grande después de triunfar como lo hacen los toreros machos. Suerte torero.