Su nombre oficial es Arnedo Arena, pero bien pudiera llamarse "El Palacio de los Sueños", qué bonito nombre para la más bella de las plazas de toros concebidas como recintos multiusos. La cubierta de "El Palacio de los Sueños", acogerá en sus tendidos, en sus burladeros, en sus corrales y sobre todo en su ruedo, multitud de sueños y multitud de soñadores. La ciudad de Arnedo, con su Ayuntamiento a la cabeza, soñó el proyecto del nuevo coso y aunque emocionalmente costó un gran esfuerzo deshacerse de la vieja plaza, en la que tantos sueños llegaron a convertirse en realidad, el trabajo y la constancia de sus ciudadanos han logrado que en las próximas fechas tenga lugar su ansiada inauguración.
El gran aficionado, José Pedro Orío, más conocido por sus amigos como Joselito, un día tuvo un sueño, como en su día lo tuvo Matin Luther King o más tarde Obama. El arnedano de Herce soñó que la nueva plaza de la Ciudad del Calzado la inauguraría el torero José Tomás y su sueño se ha hecho realidad gracias a su empeño, su trabajo y su amor por los toros y por Arnedo. Jose Pedro, no dudó en poner desde el primer minuto las cartas boca arriba, de frente y por derecho se fue directo al alma y al corazón del diestro y no a la billetera, aunque algunos confundan ambas cosas, como decía su amigo Sabina. Al torero de Galapagar lo acompañará como no podía ser de otra manera el torero local Diego Urdiales al que José Pedro no tuvo presente en su sueño porque su presencia estaba más que asegurada desde que se puso la primera piedra de los tendidos. Abrirá el cartel Julio Aparicio, el torero que una tarde de mayo de 1993 hizo soñar a las Ventas con un toreo de ensueño del que pocas veces hemos podido volver a disfrutar.
El Arnedo Arena será ése lugar mágico donde se celebre el Zapato de Plata y el prestigioso Zapato de Oro a partir del 2010, entre otros acontecimientos lúdicos y deportivos, a él acudirán los novilleros con todas las ilusiones puestas en obtener tan preciado galardón, capaz de impulsar por sí sólo, sus carreras profesionales hasta convertirlos en figuras contrastadas como Urdiales, Ponce, Morante... irán ganaderos deseosos de que sus novillos alcancen las cotas de bravura esperadas y se desplazarán aficionados de todo el universo taurino con el ánimo puesto en disfrutar del arte imberbe de todos los aspirantes a figuras, pero sobre todo dará cabida a todos los sueños de una Ciudad que vive el día a día de soñar y sueña el día a día con vivir porque como decía Calderón de la Barca:
¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Pues eso, felices sueños Arnedo.
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