Abuelo, ayer volví a ver una corrida de toros por la tv, por la pública, osea, por la que no es de pago, bueno, como tú nunca te aclaraste de estas cosas, en el mando, el botón que pone un 1. Cuando te fuiste todavía seguían retransmitiendo corridas, yo no recuerdo cual fue la última que vimos juntos, ni tampoco la primera, pero sí que recuerdo la de veces que entré a una plaza de tu mano y la de veces que nada más salir el toro por chiqueros ya estabas protestando por su cojera, que yo no veía hasta que el presidente sacaba el pañuelo verde o hasta que el toro caía desplomado al bajarle el torero la mano con la muleta.
Ayer de haber visto el festejo por el televisor, habrías aprobado muy poquitos para la lidia, quizá los dos últimos nada más, los otros entre inválidos y sin fuerzas, incluso a algunos les sobró el primer puyazo, el segundo ni se vió. Bravura lo que se dice bravura, se vió poca, algo de genio el quinto y puntito de casta el sexto bis de Garcigrande , que salió en sustitución de uno de Victoriano que salió al ruedo con menos fuerza que España en la Unión Europea.
A alguno de los toreros ya lo conocías de hace tiempo, Julián López "El Juli" aquel niño prodigio que se soplaba el flequillo cuando tomó la alternativa en Nimes y que te gustaba tanto cuando hacía aquellos quites tan arabescos con el capote, ponía banderillas con frescura y prontitud y toreaba sin complejos. Hoy ya no hace tantas filigranas capoteras, ni pone banderillas ni acaba de emocionarme y se le nota en sus adentros que aunque corta orejas y sale a hombros en casi todas las plazas, hay algo que no acaba de convencerle porque ayer mismo los olés sonaban más rotundos en las faenas de sus compañeros que en las suyas propias, me han contado que le sucede lo mismo pero más acrecentado cuando comparte cartel con Morante o con José Tomás, yo creo que algo tendrá que ver la profundidad y el sentimiento. A Julián le sigue afeando esas formas tan retorcidas de alargar el muletazo haciéndose pasar al toro lejos del cuerpo en vez de torear con la planta erguida ofreciendo el medio pecho para rematar tras la cadera. Sigue Julián anteponiendo los trofeos a las formas, sobre todo a la hora de matar y eso abuelo le va ha hacer no pasar a la historia por su tauromaquia aunque sí por su entrega, sus conocimientos, su técnica y su compromiso.
El segundo del cartel era José María Manzanares que como te puedes imaginar es hijo del Manzanares que tantas tardes viste en la vieja plaza de Logroño. Pues bien, ayer su hijo volvía a los ruedos tras dos meses de ausencia por problemas en un dedo.... prefiero no hablar de los que firmarían estar dos meses sin torear y diez matando Victorianos, Núñez del Cuvillo o Garcigrandes. Pudo salir también en volandas del coso del Paseo de Zorrilla pero se jugó los dos apéndices por una estocada recibiendo, suerte que ejecuta como nadie, pero esta vez la suerte le fue esquiva ya que el toro llegó al tercio final sin haber sido sometido por el alicantino, que lo toreó siempre a su aire, sin obligarle e incapaz de sujetar sus ansias de huída, aunque siempre componiendo esa figura tan juncal y poderosa que contrasta con la fragilidad de movimientos que tenía su progenitor.
El tercero en liza se llamaba Alejandro Talavante, le cayó en suerte el mejor toro del festejo, el sexto bis, al que fue incapaz de templar, el toro repetía con codicia aunque soltaba un poco la cara al final del viaje y el torero extremeño se mostró algo irregular hasta el punto de ser volteado al quedarse descubierto en un lance por el pitón derecho. A partir de ese momento Talavante se afanó más en estirar el brazo que en componer en redondo y acabó por "bernardinas", que hoy en día es uno de los pases que más emocionan a las masas, junto a las "manoletinas", circulares por la espalda, invertidos, cambiados y banderazos muy cerquita de los pitones. Qué tiempos aquellos, abuelo, en los que los toreros competían por pasarse los pitones toreados por abajo lo más cerca posible y en los que se enfrentaban por ver quien era capaz de torear más despacio.
En fin abuelo esto es lo que yo ví, aunque tú seguro que hoy estarías contento por ver al Juli y al otro muchacho que no sabrías ni decir su nombre saliendo a hombros por la pantalla de tu televisor que también era el mío. No diré que lo de ayer no me gustó, en algún momento me llegue a aburrir por la falta de emoción, pero me gustó y si esto tiene continuidad deberán ir subiendo la entidad de los festejos elegidos.
Me quedo con dos cosas muy positivas, la entrada que registraba la Plaza pucelana y los acertados comentarios del maestro Capea que acompañaba a la retransmisión del equipo de Tendido Cero siempre correctos en sus apreciaciones.
Me despido abuelo, recordándote que ya no sigo a aquel torerillo por el que tanto me preguntabas, José Donaire se llamaba, se retiró el torero pero quedó por siempre el amigo, ahora sigo a otro al que también conocías y al que ahora me hubiese gustado presentarte, es el de Arnedo, Diego Urdiales, un gran tipo y mejor torero, me figuro que te enterarías de lo que hizo el otro día en Bilbao, cómo hubieses disfrutado ése día viéndolo por la del Molés, como tú decías, bueno abuelo estos San Mateos te volveré a guardar una botella de zurracapote y nos la beberemos por tu cumpleaños antes de irme a Arnedo. Te mandaré un whatsApp contándote lo de Diego en Logroño con los Victorinos. un beso abuelo.
Bravo por el nieto
ResponderEliminarLuis:
ResponderEliminarQué gusto tiene que ser que tu nieto te cuente así las cosas.
Un abrazo
Gracias Enrique. el gusto es mío por tener lectores como tú o como Isidro. Por cierto lo del anterior `post sobre Urdiales, no es que afirme que es el más grande, éso digamos que es una hipérbole que resume el estado de embriaguez en el que nos encontramos sus amigos.
ResponderEliminarPor eso entenderás que en estos momentos y en los anteriores Diego haya sido y es para nosotros lo más grande que ha parido madre.
Un abrazo
Pd: Nuestro amigo el escultor espone sus esculturas durante la semana de Sam Mateo
Luis:
ResponderEliminarIgual me expliqué mal, es esto mío de tener cara de mala ... Claro que es el más grande, sus esfuerzos le está costando. Es admirable, con lo fácil que lo podría haber tenido cambiando la verdad por el truco, y el tío se mantiene fiel a su idea. Eso es más grande aún. Pero voy a parar, porque a mí me tiene ganado y eso que solo he hablado una vez con él por la radio y lo que le he visto en la plaza.
Un abrazo.