DIEGO URDIALES, UN TRABAJADOR MÁS DE ARNEDO

Arnedo es uno de esos pocos lugares donde todavía puedes encontrar a niños jugando al toro por las calles. El Arnedo Arena que es como se llama su nuevo coso multiusos es el recinto taurino donde más gente joven he visto, y eso que a lo largo de la temporada visito muchas plazas. Los niños en Arnedo como es lógico y normal idolatran a los Messi, Cristiano, Iniesta o Casillas, pero también y esto ya no es tan normal sienten la misma admiración o incluso más por su torero Diego Urdiales. Diego Urdiales nació en Arnedo, fue niño en Arnedo, creció en Arnedo y se hizo hombre en Arnedo. Diego Urdiales pasea por sus calles más tieso que una estaca, ¡Pero cómo es posible que camine tan erguido! se sorprende la gente cuando lo ve caminar. Yo en modo de broma les digo a mis amigos arnedanos que los toreros en vez de dormir con la almohada en la cabeza se la ponen en los riñones, pero la verdad es que Diego camina por la vida en base a unos principios fundamentales e inquebrantables como son la dignidad y la honestidad sin los cuales a estas alturas del partido ni Diego Urdiales sería Diego Urdiales ni Arnedo tendría un torero.

Pero por suerte o por desgracia Arnedo tiene un torero, por suerte para una inmensa mayoría y por desgracia para unos pocos infelices. Diego Urdiales es uno más de los miles de trabajadores que tiene la ciudad de Arnedo, unos trabajadores ejemplares que han hecho de sus productos una seña de identidad, consiguiendo incluso que la crisis esté pasando casi de soslayo por la capital del calzado. Diego Urdiales se levanta cada mañana y tras dejar a su chiquilla en la escuela acude a su puesto de trabajo, a su labor, que en su caso son el capote y la muleta, y mete las horas necesarias para hacer que su tarea esté reconocida como una de las más precisas del escalafón. Los empresarios de Arnedo, los del calzado me refiero, apostaron desde un primer momento por sus productos autóctonos, incluso cuando empezó el boom de los productos chinos, zapatos muy baratos y de escasa calidad, con los que podían haber ganado mucho dinero en una época en la que España se encontraba en una burbuja en la cual la mayoría vivía muy por encima de sus posibilidades y en la que todos se llenaban los bolsillos a dos manos sin pensar en qué pasaría el día de mañana, pues incluso en aquella época de bonanza, los empresarios zapateros de Arnedo siguieron apostando por su producto de calidad. Y el día de mañana llegó, y resulta que el día de mañana ya es hoy y resulta que en nuestro país se han destruido un montón de puestos de trabajo, alcanzando los cinco millones la cifra de parados. Y da la casualidad de que en Arnedo, las empresas del calzado aguantan con gallardía el azote de la crisis, gracias a sus recias convicciones y a su apuesta por el calzado de calidad y diseño, han conseguido que su sector siga en auge mientras que todos los que apostaron por el producto fácil se han hundido en la miseria.
El ayuntamiento de Arnedo se ha convertido en una empresa más de su pueblo, en este caso taurina, junto a su colaborador taurino José Pedro Orío, llevan tres años programando espectáculos para la feria de San José en marzo. El primer año consiguieron lo que parecía imposible, contratar a José Tomás para inaugurar el Arnedo Arena y este año están a punto de conseguir algo casi más difícil que lo anterior, dejar al torero de su pueblo fuera de los carteles, después de presentar el lunes, casi a hurtadillas el primer cartel de la miniferia de marzo, un cartel burbuja que con el aforo de la plaza parece difícil de sostener, que estará compuesto por Morante, El Juli y Manzanares frente a toros de Victoriano del Río. El torero de Arnedo pidió desde un primer momento estar en la corrida de Victoriano del Río y poder enfrentarse cara a cara con las principales figuras del escalafón, ya que los vecinos de su pueblo, que no él, ya están cansados de verlo cada tarde enfrentarse a los Bolivar, Fundi, Ferrera, Padilla, Lescarret, Tejela, Tendero, Pinar o César Jiménez entre otros y estar casi siempre muy por encima de los toros y toreros a los que se mide. Yo creo que era de ley que la "empresa arnedana" formada por ayuntamiento y colaborador le hubiesen concedido ese honor a alguien que pasea el nombre de Arnedo con tanta solvencia y prestigio por los ruedos españoles, franceses y americanos, pero los "empresarios taurinos municipales" no vieron con buenos ojos las intenciones de su vecino y únicamente le ofrecían matar una de Victorino al día siguiente. Diego Urdiales apostó por sus principios y convencido de que su lugar era la corrida de postín dijo que si no le daban una no toreaba la otra, para la cual, todo sea dicho, también se había ofrecido a matarla como único espada, pero los "organizadores consistoriales" tampoco lo vieron con buenos ojos.

A día de hoy las cosas se han enmarañado demasiado, el Ayuntamiento y su colaborador taurino han decidido echar un pulso a Diego Urdiales utilizando para ello unas técnicas de contratación nunca vistas, por lo menos por mi persona, ayer en burladero.com, el colaborador taurino, José Pedro Orío comunicaba que Arnedo quiere un mano a mano entre Urdiales y El Cid y que si el torero arnedano no aceptaba entrar en ese cartel la corrida no se celebraría porque sin Diego esa corrida no tiene ningún sentido. Para mí que se dejaron algunas palabras para acabar la frase porque deberían de haber aclarado que ese cartel sin Diego no tiene sentido porque la plaza no se llenaría, porque la corrida de Victorino con Diego y los que sean a plaza llena, debería de haber servido para subvencionar la del día anterior con Morante, Juli, Manzanares y los Victorianos. Pero los organizadores han decidido que el malo de la película sea Diego Urdiales, le han prometido cosas que no han cumplido, le han ninguneado en su pueblo, han decidido echarlo a los pies de los caballos y ponerlo entre la espada y la pared con una técnica de contratación que nada tiene que ver con una institución municipal como es el Ayuntamiento de Arnedo. Puede que todo se arregle o puede que no pero hay maneras y maneras y la del Ayuntamiento de Arnedo no me ha gustado nada porque, las cosas cuestan muy poquito hacerlas bien, y más en Arnedo donde su afición es entusiasta y entendida y si estos señores no han llegado a un acuerdo con el torero, se comunica y punto, y no marean la perdiz con medias verdades y promesas que saben de antemano imposibles, en toda la historia del toreo se han dado estos casos y nunca ha pasado nada, Manzanares y el Juli por diferentes motivos nunca pisaron el Zapato de Oro de novilleros y Diego Urdiales ha rechazado decenas de contratos a lo largo de la temporada por creer que no eran dignos de su categoría, igual que los empresarios del calzado de Arnedo rechazaron producir zapatos de escasa calidad y apostaron por la marca Zapato de Arnedo.

Reconozco que en este caso no puedo ser demasiado objetivo ya que de una parte tengo amigos y de la otra tengo amistades, puede que a muchos estas dos palabras, amigo y amistad, les parezcan la misma cosa pero para mí no lo son y las diferencio entre sí por un sólo detalle, mis amigos no me mienten. Me hubiese gustado ver a Diego Urdiales en los dos carteles, midiéndose un día con los Victorianos a las figuras y al día siguiente frente a los Victorinos y los que se atrevan, pero los organizadores y solo lo organizadores han decidido que no sea así, pues ellos sabrán, es su dinero y el de los arnedanos, pero lo que está claro es que Diego Urdiales es un trabajador más de Arnedo y como tal está en su propio derecho de aceptar o rechazar un puesto de trabajo que no le parezca digno.

La foto es de Justo Rodríguez.