LA BANDA Y LA AFICIÓN DE ARNEDO
Muy serios, con trapío y cuajo los Murube de El Cubo, pero todos mansos, incluído el sobrero de Fuentespino corrido en tercer lugar, hubo distintos comportamientos dentro de la mansedumbre, el primero fue manso e incierto que embestía algo descoordinado, el segundo manso y parado, el tercero manso y complicado pegaba unos cabezazos que ni Santillana, el cuarto también manso y complicado, le gustó más la cúpula descubierta que el albero de la plaza, no humilló en ningún momento, el quinto manso con nobleza, fue el único que se dejó arrancar un par de tandas antes de rajarse por completo, y el sexto manso y con peligro con continuos y escalofriantes arreones que hicieron imposible su lidia hasta tal punto que el novillero al que le tocó en desgracia escuchó los tres avisos y vió como el novillo se iba por donde nunca debió salir.
Con este material sólo se puede calificar la actuación de los novilleros de honrosa, no así de la cuadrilla del último actuante David Galván al que sus subalternos abandonaron a su suerte y poco le ayudaron con el sexto novillo ni en la lidia ni en su posterior intento de matarlo. Suerte que la gran afición de Arnedo supo estar en su sitio y premió al desconsolado chaval con una de las ovaciones más fuertes y cariñosas de lo que va de feria al abandonar el coso.
El mexicano Arturo Saldivar estuvo firme y valiente en sus dos oponentes, tuvo la suerte, tras brindar a la gran banda de música de Arnedo de poder torear a su primero escuchando el pasodoble "Zapato de Oro", yo como aficionado la primera vez que lo escuche quedé prendido por su belleza y torería cuando toda la plaza al unísono entonó su estribillo:
"Feria taurina de Arnedo
alma de la torería
donde van los novilleros
que quieren llegar arriba,
dicen los aficionados
que es la feria del tesoro
y el diestro cuando ha triunfado
se lleva el zapato de oro"
Como torero debe de ser una de las sensaciones más placenteras que existen y más si a la vez estás sintiendo como fluye el toreo de las yemas de tus dedos, pero ayer Saldivar se tuvo que conformar sólo con estar firme y valiente mientras lo escuchaba que ya es bastante.
A Sergio Blanco que sustituía a Mario Alcalde se le vieron buenas maneras, sobre todo en la colocación de la muleta, siempre plana y adelantada, en su primero parado y peligroso por el derecho optó por acortar las distancias y meterse entre los pitones y con su segundo el menos malo del encierro tuvo tiempo de instrumentar varias series por el derecho templadas antes de que el novillo se rajase por completo, por el izquierdo lo intentó cruzándose al pitón contrario pero le fue prácticamente imposible.
David Galván se fue de Arnedo sin que los aficionados sepan si es buen o mal torero ya que sus dos novillos no le dejaron dar ni un sólo muletazo en toda la tarde, lo intentó con el tercero un sobrero de Piedraescrita complicado que cabeceaba los engaños con violencia, pecó de alargar en exceso la faena, en el que cerraba plaza, un novillo-toro que derribó al picador de turno en un arreón de manso y que sembró el pánico en banderillas, lo intentó con la muleta doblándose por bajo con él como mandan los cánones, pero al tercer doblón el de "El Cubo" se le tiró al pecho, librando la cornada de milagro, a partir de ahí el novillo ya no quiso saber nada de la muleta del gaditano, huyendo cada vez que éste se la presentaba. Fue complicado entrar a matar ya que el animal lo buscaba con la cara arriba en cada encuentro, tampoco le ayudó mucho la cuadrilla que pasó del muchacho abandonándolo a su suerte. Escuchó los tres avisos y tuvo la suerte de abandonar el ruedo entre una gran ovación, extraordinaria y ejemplar de nuevo la afición de Arnedo. GRACIAS.
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