EL MONOSABIO

SIEMPRE ESTARÉ EN DEUDA CONTIGO

Señor Director:

Hay personas que aparecen en nuestras vidas por necesidad y según cuál sea el motivo ya sientes rechazo o prejuicios sin dar la oportunidad de conocerlo. Hace muchos años mi vida cambió, pues, tras una adolescencia feliz, llegó una vida con secuelas, juicios y empecé aceptar lo bueno y lo malo de sus consecuencias.

Pero por mala que era la situación, tenía ganas de luchar, personas cercanas que me empujaban y, sin saberlo, entraba en mi vida un hombre que sin querer me ha enseñado a ver la vida de otro color, a sonreír a todo y todos, a pensar en positivo, a creer que lo malo puede tener una salida. Ese hombre es Isidro del Pino, un procurador al cual siempre le agradeceré sus palabras, sus gestos, su dedicación, su empeño y su profesionalidad.

En estos días, quisiera públicamente animar a toda persona que crea que no existe la justicia y aconsejarle que busque profesionales como él, porque se llegan a convertir en personas que no sólo dejan huella, sino que los acabas queriendo para siempre como al mejor de los amigos.

Sara Arellano Pérez.

Esta carta fue publicada ayer en el diario La Rioja en la sección "Cartas al Director".

Son muchos los calificativos con los que se pueden definir a Isidro del Pino, "El Monosabio", entre ellos se me ocurren: optimista, alegre, entusiasta, dispuesto, servicial, comprensivo, solidario, eficaz, profesional, racional, prudente, sensato, íntegro..... podría llenar varios renglones con adjetivos dedicados a su persona y todos ellos serían positivos y halagadores. Quizá alguien me pueda echar en cara que no soy objetivo al hablar de Isidro pero yo le diría que nunca podré escribir con más objetividad ya que "pese a todo" lo mencionado anteriormente, I.J. Del Pino es mi amigo. Y con orgullo.

I.J. Del Pino, "El Monosabio"