Dos toros despuntados para rejones de Fermín Boorquez, bien presentados y de escaso juego.
Cuatro de Fuente Ymbro correctos de presentación, mansos y descastados en general excepto el primero de lidia ordinaria noble.
Pablo Hermoso de Mendoza: silencio y pitos.
Leandro: palmas y silencio.
Daniel Luque: silencio y silencio.
Logroño, plaza de toros de La Ribera 4ª de abono, menos de tres cuartos de entrada.
Hay perfumes que te atrapan, que te embriagan, que te hacen evocar una realidad ficticia y alucinógena y desatan en tu ser un tsunami sensorial de tal calibre que caes rendido ante su olor, rezumando aromas de placer difíciles de controlar. Existen también perfumes agrestes que al primer contacto con nuestras pituitarias, son capaces de taladrarte el hipotálamo por su extridencia y su química que te agrede profundamente los sentidos y en vez de estimularlos los van adormeciendo a medida que sus fragancias se apoderan de tu atmósfera.
Ayer en la Ribera me sucedió algo parecido, unos cuerpos volátiles en forma de perfume barato, mezcla de rosas marchitas y pachuli, se apoderaron de mi ser nada más comenzar el primer acto de la corrida (pa un día que no me trago la nicotina de Isidro) y me siguieron golpeando como un guante de boxeo a medida que ésta iba transcuriendo. Podía haber optado cual buen lidiador por cambiar los terrenos del cuatro y huir de la amenaza pero entre el sopor de la tarde bajo la cubierta y el nivel de apamplamiento en que me encontraba me vi sin recursos para solventar la papeleta.
Sin recursos también vi ayer a Leandro, desconozco si por el mismo motivo que yo, si fuese así queda perdonado, pero lo cierto es que ayer se le vió poco ambicioso con su primero, un noble Fuente Ymbro que embestía algo rebrincado pero que derrochaba nobleza por ambos pitones, el vallisoletano lo intentó al natural pero sin llegar a colocarse en el sitio que exigía el animal.
En su segundo oponente Leandro mejoró su colocación pero el toro manso y soso carecía del fondo necesario para facilitar el lucimiento.
Daniel Luque se encontró con dos toros de semejente condición, mansos, sosos y tirando a descastados, lo intentó el sevillano pero sin ningún lucimiento.
La noticia de la tarde la protagonizó Pablo Hermoso de Mendoza inédito en sus dos actuaciones y con escasos momentos de lucidez debido en gran parte a la mala condición de los astados de Fermín Boorquez y al mal manejo de los rejones de muerte del Estellés.
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