viernes, 25 de marzo de 2011

RODRIGO RINCÓN, EL QUE PUDO HABER SIDO Y ES

Dicen que un torero comienza a tomar conciencia de ser humano, una vez que abandona la práctica de su profesión. Hasta ese momento vive en un universo de egos, de sobervias, de miedos, de envidias, de arrogancias.... No los critico por ello, son ellos y sólo ellos los que duermen con la sombra de la muerte a sus espaldas cada noche, pendientes de una cita importante en la que jugarse su porvenir, su honor, su prestigio o su temporada.

Un torero pasa de ser un niño a convertirse en un hombre en el mismo instante en el que se enfunda un vestido de torear por primera vez. Su juventud se le esfuma entre escuelas taurinas, becerradas, tentaderos, entrenamientos, novilladas y viajes. Los apoderados habitualmente dejan claras las normas de conducta: hay que vivir en torero, andar en torero, hablar en torero, pensar en torero y hasta vestirse en torero las 24 horas del día.

Hay algunos que lo consiguen y llegan a ser toreros, hay otros que incluso llegan a ser figuras y hay otros que se quedan por el camino abandonados como se abandona unos zapatos viejos, sin juventud a la que agarrarse porque ya se les ha escapado y sin un proyecto de ser humano a la vista, ellos o a saber quién, querían ser toreros y ahora se dan cuenta de que eso por lo que tantos sacrificios habían hecho es una quimera inalcanzable y la mayorían caen sumidos en una profunda depresión de por vida.

Pero también hay casos que el torero toma conciencia de ser humano antes de abandonar su profesión, es más, en este caso mucho antes de que llegase a ser su profesión ya que en esa etapa de su trayectoria todavía andaba el niño sin picadores.

Rodrigo Rincón con 11 años ya quería ser torero, Enrique Matute, un aficionado de El Espinar
se fijó en sus cualidades y lo lleva a Duruelo, un pequeño pueblecito de Segovia, donde "El Cuchareta" empieza a enseñarle el arte de la tauromaquia durante los fines de semana.

Pero su verdadero rodaje se inicia en la Escuela Taurina de El Espinar cuando Antonio Sánchez Puerto se hace cargo de un grupo de muchachos y los introduce en el complejo mundo del toreo, el cual compagina con sus estudios.

Debuta de corto en la plaza de su pueblo con sólo 12 años y al año siguiente en el mismo escenario corta dos orjas y rabo en su primera comparecencia vestido de luces.

En el año 1997 comienza su andadura como novillero sin picadores logrando importantes éxitos en las plazas de su provincia y limítrofes, especialmente en León, habiendo quedado este mismo año finalista del bolsín de Ciudad rodrigo.

La temporada de 1999 era crucial para la carrera de Rodrigo, apoyado por un grupo de aficionados con muchos y buenos contactos, tenía confeccionada una temporada con más de 50 festejos sin picar en plazas importantes como Málaga, Arles, Iscar, Dax, Bayona, Tudela, Nájera, San Adrián... y en el 2000 el debut con picadores.


Yo no tuve la suerte de velo torear, pero me cuentan que su estilo era clásico, de la escuela castellana, hondo, sincero y pleno de sentimiento e inspiración. Las expectativas eran muy altas con el torero, lo tenía todo para llegar a lo más alto y estoy seguro que lo hubiese logrado, pero un buen día el torero dijo basta, cogió a los que tanto le habían ayudado hasta ese momento y les contó que él era un ser humano, que él quería seguir siendo un chaval de pueblo, que su cabeza no estaba adaptada para soportar la presión de tener que estar bien tarde si, tarde también , en definitiva, que no era feliz, y lo dejó, se apartó de aquello con lo que tanto había soñado para ser un simple mortal, para continuar con sus estudios, para disfrutar de los fines de semana con sus amigos y para no tener que hablar a escondidas con su novia.

Rodrigo pudo haber sido un torero fracasado, pudo haber sido un torero del montón o pudo haber sido una figura del toreo, pero con su gesto de humanidad lo que consiguió fue el respeto de todos los que en su día lo apoyaron, desde Enrique Matute que lo descubriera hasta Amador que lo acogió como a un hermano pasando por todos los que formaron sociedad para su apoderamiento, un respeto hacia lo que hoy en día es un hombre sin egos, ni sobervias, ni miedos, ni envidias, ni arrogancias, un hombre amigo de sus amigos y agradecido porque Rodrigo Rincón pudo haber sido torero pero hoy es una gran persona y un hombre feliz.


Rodrigo Rincón, el que pudo y no quiso.

lunes, 21 de marzo de 2011

LA SALIDA Y LA META, EN ARNEDO

Puede que parezca el título de esta entrada, la hoja de ruta de cualquier prueba cicloturista, y puede llevar razón quien piense que llegar a ser figura del toreo es tan complicado como escalar o descender uno de esos puertos interminables y revirados del Tour de Francia, el Giro de Itralia o la Vuelta a España, pero lo cierto es que para alcanzar cualquier meta en la vida primero hay que encontrarse en la línea de salida y tomarla.

En la localidad riojana de Arnedo confluyeron este fin de semana, la salida y la meta taurina de nueve hombres, de nueve niños, de nueve toreros, unos en la línea de partida, otros a punto de alcanzar la meta y otros en lo más alto del podium.

El sábado día 19 se celebró la final de la décima edición del Zapato de Plata, actuaron ante seis encastados y nobles erales de Jiménez Indarte los novilleros sin picadores: José Garrido, que cortó una oreja, Álvaro Sanlúcar y David González a la postre, ganador del prestigioso trofeo, que le permitirá actuar en el la feria del Zapato de Oro eligiendo ganadería siempre que haya debutado con picadores. Los tres tras superar las pruebas de selección en Guarromán se presentaron en la Ciudad del Calzado con sus defectos y sus virtudes, como tiene que ser en su escalafón pero con las ganas de agradar por delante, a José Garrido se le vió con un poco más de oficio que a sus compañeros y agradaron sus maneras de citar con la muleta por delante, sus cambios de mano y sus posteriores adornos. Al gaditano Álvaro Sanlúcar se le notó algo tenso sobre el alvero arnedano quizás le faltó creer más en sus posibilidades y torear relajado como demostrón en Jaén. David González en su afan de agradar al exigente público del Arnedo Arena se pasó de faena en su primero, pero dejó detalles en varias series de gusto y temple por ambas manos, no acertó con los aceros, el que cerraba plaza resultó demasiado exigente y encastado para el oficio del madrileño.

Al día siguiente, domingo 21, tuvo lugar la primera corrida benéfica organizada por Taura en favor del montepío de toreros, no la voy a contar entera, pero pueden enterarse de lo que sucedió pinchando el enlace de El Mundo.es donde he firmado una crónica a modo de reseña de esas de portal taurino sin literatura ni alma, ni sentimiento. Si diré que en ella actuó alguno de los que han cruzado la meta, de los que hace algunos años se encontraban en el lugar de José Garrido, Álvaro Sanlúcar y David González y que ahora gracias a su esfuerzo, sus ganas, su valor, su sacrificio, su arte y su saber se encuentran en el cénit de su carrera, como Julian López El Juli, otros la están merodeando como Manzanares, Perera o Talavante, otros como Diego Urdiales la alcanzará tarde o temprano porque tiene en su poder la llave del temple, la verguenza torera y la profundidad y en cuanto la haga girar hacia el lado correcto, chirriarán los goznes de más de una Puerta Grande que se le resite por la capital del reino, por su parte Cayetano se encuentra en un punto de la carrera que no se sabe si está subiendo o bajando, quizá de momento para la etapas llanas no vaya mal.

Cualquiera que desee ser torero o simplemente aficionado debiera peregrinar una vez en la vida cuanto menos a la Meca del taurinismo, Arnedo, donde se da la salida a becerristas con el Zapato de Plata, se les consolida ya con picadores con el Zapato de Oro y con el nuevo y flamante Arnedo Arena se les bendice pa los restos como al hijo que se ha hecho mayor y le va bien la vida.
¡¡¡Arnedo qué gran ejemplo!!!


Alejandro Talavante ha pasado por Arnedo desde los tentaderos de selección del Zapato de Plata en los que no se clasificó para la final, el Zapato de Oro y ahora como matador en la corrida de TAURA, la foto es de uno de mis mecenas favoritos I.J. Del Pino, "El Monosabio"

viernes, 18 de marzo de 2011

SI ME MUERO ANTES QUE TÚ

Si me muero antes que tú,
no me montes un velorio,
diles que ya no recibo,
que estoy ausente del todo,
que no me encontraba bien,
que me canso, que me agobio.

Si me muero antes que tú
no me llores como sabes
ponme el traje gris marengo
el pañuelo de lunares
el sombrero de ala ancha
y perfumes de azahares
y dame una vueltecita
por mis tabernas y bares
que nos digan al pasar
¡Viva el muerto y sus andares!

Si me muero antes que tú
no quiero salmos ni rezos
que me canten por Gardel
por Sabina, por Rosendo
por el Loco, Camarón,
Chano Lobato o Cepero,
contrátame unos Mariachis
que canten por Jose Alfredo
para seguir siendo el rey
con dinero o sin dinero.

Si me muero antes que tú,
no me busques en el cielo
ni en paraísos lejanos
ni tampoco en el averno.
Búscame por callejones,
por tascas de medio pelo
por patios llenos de luz
rebosantes de misterio
allí encontrarás mi alma
entre aromas de romero.

Si me muero antes que tú,
lo sentiré compañero
pero, qué le voy ha hacer
si yo soy chirigotero
si no sé hablar de la vida
y ponerme a la vez serio
si no sé hablar de la muerte
y resucitar al muerto.





lunes, 14 de marzo de 2011

OTRA MARAVILLA DE JAVIER VILLÁN

Crónica a modo de romance y en tiempo real de la primera corrida de Fallas 2011 publicada por Javier Villán en el diario el Mundo el domingo 13 de marzo.

Toros de encaste de moda
ganadero de tronío
toros basura y pequeños
sin fuerzas y sin trapío.
una ruina, una escombrera
una mierda de toritos.
Por esta plaza que cumple
cien años de sacrificios
triste se desploma el toro
de Victoriano del Río;
escorias y casquería
salvo el tercero bravito
y el sexto de mala leche
con los que Juli, solícito,
derrama su torería
de valiente a tiempo fijo.
Sobró el sobrero y Barrera
no debió pedir permiso.
La lluvia lo castigó
vaciando los tendidos
dejándole el mal sabor
de un perecedente baldío;
que no vuelva a autorizarse
un gesto como Jalisco.

Salve al Juli y su capote
su firmeza y poderío
y salven sus muletazos
todo mando y todo frío,
entre el calor de la sangre
y un temblor leve y sombrío.
Por tí Vicente Barrera
van estos versos y el brío
por tu torería y no
el toro sobrevenido.
Vengan toros, vengan bravos
y no estos blandengues bichos
que no se tienen en pie
ni con Ponce y su dominio.
Con estos toros la Fiesta
es de dulce y malos vinos,
triste y desapasionada,
sólo adorno y solo ripio.
Antier el Foro Taurino
de El Mundo se abrió de capa:
al natural, un destino,
mil verónicas solemnes
y una idea y un sentido:
la defensa de la Fiesta
su grandeza y su albedrío.
Y no esta mierda de toros
descastados resentidos.

Gloria a Valencia torera,
viva Valencia y su espíritu
y vivan estos cien años
y otro venidero siglo.
Viva el toro y su bravura
no Victoriano del Río
que ha echado un toro cabal
y de oropel otros cinco.
Ya está aquí la temporada
y están aquí los taurinos
ya se achicharran la Fallas
ya está el toro blando y chico.
Y ya se anuncan la ferias
y cientos de Paseíllos
con esplendor millonario
y miles de toricidios.
Un brindis por la afición
y un brindis por mis amigos
Maite, Juan, Javier Monpó
aristarcos del tendido
Jaime, Puchol y Fernando
Jose Luis , Paco y su cirios
en pos de José Tomás,
morantistas de tronío;
un brindis por todos ellos
y otros muchos que me olvido.
Por ellos alzo mi copa
no por los toros de Del Río.
Alzo la copa y bebo.
Y vuelvo a alzarla y me brindo
un lingotazo torero
que me ayuda en el olvido
de las tardes que aún me esperan
por esos ruedos perdidos.

Por aquí lució Belmonte
su trágico poderío
y fue Valencia la plaza
que le marcó su destino
de revolución y gloria,
de genio goyesco y vivo.
De estas arenas que lucen
con un renovado brillo
surgió la gloria inmortal
de don Francisco Camino
y otros muchos y otros grandes
de muy diversos estilos.
Tardes como la de ayer
son un puro desatino
y empañan glorias pasadas
y un futuro en entredicho.
Mal hayan los falsos toros,
mal hayan malos taurinos.
Si no se respeta el toro
sobra todo compromiso.
Si la bravura se agosta,
dios nos pille prevenidos.
Basta enemigos de dentro
sin mirar antitaurinos.
Vivan los toros de casta:
lo demás filfa y suicidio.


sábado, 12 de marzo de 2011

"SOBREMUSAS" EN ALFARO

Al calor del invierno, surgen faenas ocultas tras las tapias de los tentaderos, faenas que no por ser de campo dejan de tener el valor y la importacia que pudieran tener en la primera plaza del mundo, surgen movimientos en los despachos, negociaciones, contrataciones, bailes de carteles, ausencias, en definitiva, empiezan a bullir los entresijos de una nueva temporada.

Al calor del invierno, surgen libros como Santísima Trinidad, flamenco, toros y vino, escrito por Pablo García Mancha y prologado por Carlos Abella. Santísima Trinidad, es un libro que con el paso del tiempo, va cambiando de compás, de torería, de sabor y va adquiriendo su propia personalidad, desde su presentación en Bodegas Ontañón en el mes de diciembre hasta ayer en Alfaro, ha sido degustado por diferentes paladares como los de Arles y Madrid, dejando ese poso y ese regusto que dejan en el alma los buenos vinos, los buenos toreros o los buenos cantaores y tocaores.

Al calor del invierno surgen también encuentros entre aficionados, apasionados, amigos, encuentros que, en mi caso, generalmente confluyen en un dogma de fe común, el Urdialismo en vena, ese droga que nos atrapa desde el saludo inicial y que nos mantiene embebidos en los vuelos de su palabra y de su sentido de la vida hasta la despedida final por abrazos. Ayer compartió musas con Carlos Abella en otra velada mágica, otra "sobremusa" taurina, con la gente de la Asociación Taurina El Toril, en la que nos volvimos a sumergir en los efluvios de dos ilusionistas, de dos prestidigitadores de conciencias, capaces de hacernos creer en lo imposible y además hacer de lo imposible realidad a través de su humanidad , su trabajo y su sacrificio. Así son Carlos Abella y Diego Urdiales, los hombres que apenas dejaron hablar a Pablo García Mancha, que ya es difícil.




viernes, 11 de marzo de 2011

SANTÍSIMA TRINIDAD EN "EL TORIL"

Esta maravilla está escrita por Santiago Navascúes y está publicada en el blog de la Asociación Taurina El Toril de Alfaro.

SANTÍSIMA TRINIDAD, TRÍPTICO DE PASIONES, POR SANTIAGO NAVASCUÉS

Si de religión estuviésemos hablando, el presente título haría mención a esa extraña convivencia de Dios en tres seres a un tiempo: padre, hijo, y espíritu santo. Pero no es de religión de lo que hablamos. O puede que sí.

Rafael Riqueni, en la presentación de Santísima Trinidad en Bodegas Ontañón. Sonia Tercero
Santísima Trinidad, el último libro del periodista Pablo García-Mancha es una obra que ahonda en las tres grandes artes que conmueven al autor por encima de todas las demás: flamenco, toros y vino. En ella, con ferviente devoción e inmerso en la profunda admiración que siente hacia los hombres y mujeres que sustentan cada una de estas pasiones, Pablo nos adentra en un mar tremendamente expresivo y ordenado a un tiempo, en el que las ideas y los conceptos, la didáctica y la historia, el sentimiento y la belleza que de este genial triunvirato dimana, confluyen a través de un torrente hábil y rico cargado de una suerte de arrebato cabal, el que carga su pluma y se extiende a lo largo y ancho de casi seiscientas páginas que el lector podrá degustar a pequeños sorbos, como esos silencios medidos que rompen el quejumbroso precipitar de una toná; como esa media verónica eterna y fugaz que dibujó en el aire venteño, en el pasado San Isidro, el mágico capote de Morante, que bien vale la feria entera; como los vinos con personalidad, los que colman de mil sensaciones a los paladares más exigentes.

Pablo nos acerca el flamenco de una manera amena y viva, sin olvidarse de tomarle el pulso a la historia que lo contempla. Nos enseña que, a pesar de lo que pueda parecer y de los múltiples esfuerzos por mantenerlo aislado que los supuestos protectores de este grial auténtico que conmociona y hace llorar pretenden , el flamenco es un arte vivo e híbrido, y que la mezcla de sangres, en lugar de privarlo de pureza, lo ha rebosado de vida y de matices nuevos, de rutas alternativas trazadas para que tocaores y cantaores transiten por ellas y puedan alcanzar el mismo objetivo, el de expresar toda la creatividad que albergan en su fuero interno con la mayor libertad posible. Por la época en la que le ha tocado vivir, hace un repaso a sus Dioses Mayores, entre los que destacan Camarón de la Isla, Paco de Lucía, Chano Lobato, Mayte Martín, Rafael Riqueni, Enrique Morente, Carmen Linares, Niño Miguel, Poveda, Manolo Sanlúcar…

De igual modo, descubrimos el vino, su historia, sus dicotomías dentro y fuera de España e incluso en la propia Rioja, el buen mal que representó la aparición de la filoxera allá por los albores del siglo XX y que supuso un punto de no retorno entre el vino riojano de la época, entendido como un elemento más de la gastronomía perfectamente ligado a la cultura, y el vino que vendría después, al que se le dedican horas de estudio y análisis, lo seleccionan, lo cuidan, bregan por conseguir altas cotas de calidad renunciando a la aparente abundancia de la cantidad, porque al fin comprenden que sólo mediante la producción de buenos caldos se consigue alcanzar el alma, y lo que al alma toca, como lo que en la memoria se graba, perdura hasta el fin de los días en el corazón de los hombres.

Y si hay algo que se nota que prevalece en el corazón de Pablo, ese es el mítico, universal y eterno arte de los toros. Esta frase no es gratuita. Ni mucho menos. Esta frase resume cada una de las oraciones que vuelca en el pasaje que dedica a la tauromaquia, el más extenso y emotivo, el más sentido y apasionado, nacido al completo al calor de la entraña. Son los pilares sobre el que fundamenta su concepto de los toros, por este orden: José Tomás, su patria, una acertada aproximación para entender, el que quiera, al en ocasiones malentendido diestro de Galapagar; Diego Urdiales, torero de sus retinas, o la constatación de que los sueños, si se persiguen con paciencia, prudencia y perseverancia, se alcanzan con las yemas de los dedos, las mismas que precipitan el alma al torear; Morante, el toreo puro, o la máxima expresión de la genialidad y la belleza; y Pablo Hermoso de Mendoza, el torero sublime, el Julio César del rejoneo, que llegó, vio y revolucionó para que ya nada fuese igual. Finaliza con un paisaje impresionista en el que mezcla y da su sitio merecido a otros nombres, desde Sergio Domínguez a Curro Romero, pasando por Molés o Victorino. Principia la cuestión con su sobrecogedor y extremadamente bello “El toreo, un ejercicio del alma” un pensamiento en voz alta en el que nos brinda, embriagado de tardes en el recuerdo y de faenas soñadas, qué es para él el toreo. Quién esto escribe aún recuerda que el alumbramiento público de estas cuartillas, apenas tres pero en las que se vuelca como el legendario Antonio León en la suprema suerte, con verdad y por derecho, tuvo lugar en un abarrotado Teatro Cervantes al tiempo que los allí presentes, emocionados, teníamos la oportunidad de ver proyectado un magnífico video que hacía un bonito repaso a la trayectoria profesional del ganador del Capote de Paseo de La Rioja 2009, Diego Urdiales.

La principal conclusión a la que yo he llegado al leer este libro es que, por una parte, estos tres artes, como todos las demás, deben beber y beben de la tradición y de la historia para renovarse continuamente una y otra vez, para resucitar y seguir cautivando al que escucha, al que ve, al que prueba. En definitiva, al que siente.


La segunda de las conclusiones la obtengo tras la lectura, pero también la obtuve un buen día de boca del propio Pablo, uno de los primeros días que tuve la suerte de conocerlo. Y decía así “desconfía siempre de quien no adereza todo lo que hace con pasión, desconfía de los desapasionados, porque sin pasión, sin emotividad, sin entrega gratuita, no hay nada”.

o 'Santísima Trinidad: Flamenco, Toros, Vino' será presentado por Pablo García-Mancha, y prologado por Carlos Abella, el próximo 11 de marzo a las 21.00 h. en el Palacio Abacial de Alfaro. Estáis todos invitados..

miércoles, 2 de marzo de 2011

LA OPORTUNIDAD DE ENCINA HERMOSA

Una oportunidad se puede considerar como una conveniencia de tiempo, de lugar y de circunstancias. Las circunstancias: el primer curso para aficionados prácticos organizado por Mariano Cifuentes el pasado sábado 26 de febrero. El lugar: la finca de Encina Hermosa, donde pastan los Coquillas de Cifuentes. Y el tiempo: excelente.

Llegué, ví, volví, ese podría haber sido un buen título para una crónica sobre mi paso por Encina Hermosa, de no ser porque entre el llegué y el volví aproveché mi oportunidad.

Mi inclusión en el cartel del curso de aficionados prácticos y la posibilidad de que me enfrentase por primera vez en mi vida cara a cara con una becerra, había levantado una expectación similar a la que produjo la reaparición de José Tomas en Barcelona en el 2007. El compromiso era serio y encima con coquillas, ahí es nada. No podía defraudar a mis loables seguidores por lo que empecé a entrenar duro. Como me dijo un buén amigo que los toreros no deben corren, sino andar, me puse a dar largos paseos por los montes y viñedos que rodean mi casa poniendo en orden mis pensamientos y buscando la paz interior que requiere todo torero antes de enfrentarse a su destino. Toreaba de salón día si día también, corregía posturas, movimientos, alturas, imporvisaba series, remates, quites... todo con una fecha en la cabeza, el 26 de febrero.

La mala suerte o quizás la grandeza de esta profesión hizo que justo una semana antes de mi compromiso en tierras extremeñas, sufriese una cornada interna en el tercio medio del gemelo de mi pierna derecha, una cornada de esas que tanto "odiamos los toreros" proque nadie la toma en cuenta como una cornada con orificio de entrada y cicatriz de por vida y sin embargo duele y molesta más que si te dejasen fuera de las ferias de Castellón, Valencia y Sevilla sin ninguna justificación.

En principio pensé en agarrarme al parte médico cual Cayetano cualquiera, pero una conversación con mi gurú en asuntos taurinos, I. J. Del Pino, El Monosabio, me hizo sacar mi orgullo torero y decidí no dejar pasar la oportunidad y embarcarme rumbo a Plasencia con la pierna haciendo surcos pero con el alma henchida de torería.

Amaneció el día de autos, 26F con una temperatura primaveral, curiosamente ésa noche dormí a pierna suelta, cosa extraña ya que me cuesta conciliar el sueño cuando me encuentro en cama ajena, otra señal de que algo grande iba a ocurrir en Encina Hermosa. Decía Rafael de Paula que cuando dormía bien y las horas antes de la corrida se notaba relajado, era síntoma de que las cosas le iban a salir bien delante del toro. Yo había dormido bien y estaba relajado.

Llegamos a Encina Hermosa a la hora fijada para el comienzo del curso, las diez de la mañana. Nos presentamos ante el señor ganadero don Mariano Cifuentes, nos acreditamos, nos explicó en qué iba a consistir el curso y cuando estuvo todo dispuesto nos acercamos con el resto de participantes, unos 45 en total, hasta la plaza de tientas.

D. Mariano Cifuentes junto a I. J. Del Pino ·El Monosabio"

Una vez en la plaza de tientas nos repartimos en tres grupos y a cada grupo se le asignó un maestro, Aníbal Ruiz, Andrés Palacios y Rafael de la Viña junto al novillero Pablo Belando que explicaron a los que no sabían cómo se coge correctamente un capote, cómo se monta una muleta, cómo se torea al natural o cómo se remata una serie con el de pecho. Cada alumno ataviado con su muleta y su capote daba lances al aire mientras que algún compañero hacía de toro con unos cuernos y el maestro Rafael de la Viña iba seleccionando a los que veía con más cualidades de entre los aspirantes para la prueba definitiva con las vacas, todo bajo la atenta mirada de don Mariano.

Tras las clases teóricas de toreo de salón se apartó el ganado a lidiar por la tarde, a unos les parecían grandes las becerras y a otros más grandes aún, yo personalmente dediqué poco tiempo a contemplar el enchiqueramiento y decidí pasear entre las hermosas encinas de la finca y observar parte de las 300 vacas origen Coquilla que posee el ganadero.

Comimos cada uno lo que le cupo, que antes de torear ya se sabe que el estómago se le encoge a uno, bueno, se le encoge a algunos porque hubo quien repitió paella. No hubo licores tras el café que alargasen la sobremesa y el valor de los aflijidos, así que sobre las cuatro de la tarde con un ligero y en ocasiones molesto viento sonaron los clarines y timbales en la plaza de Encina Hermosa.

Tentaron tres vacas Aníbal Ruiz, Andrés Palacios y el novillero Pablo Belando y después, saltaron una a una a la arena las tres vacas para los aficionados prácticos que habían superado las pruebas de selección matinales. Hubo de todo, coladas, desarmes, revolcones al torero, revolcones a la vaca, aspirantes con clase, aspirantes con orgullo, aspirantes con valor y lo más importante aspirantes con afición. Don Mariano había reservado dos vacas un poco más pequeñas para que los que no habían superado el corte no se fuesen de la finca sin torear. Isidro y yo nos dispusimos en uno de los burladeros a esperar que llegase nuestro turno para saltar al ruedo cuando ya la noche estaba cayendo sobre Encina Hermosa. Las dos vacas pequeñitas, resultaron las más bravas y encastadas del tentadero, se arrancaban con brío al caballo y se fueron quitando de encima a base de porrazos a casi todos los que se pusieron delante, Isidro que por orden de antigüedad debería haber salido antes que yo enseguida se reencarnó en Rafael Gómez el "Gallo" y yo que había seguido con mucho interés los consejos del maestro Rafael de la Viña, cuando nos decía que en el toreo hay que estarse quieto y pensar, decidí ponerlos en práctica en cuanto tuve ocasión pero alterando el orden, primero pensé y luego me estuve quieto en el burladero. De repente desde el otro extremo de la plaza de tientas se oyó una voz que decía alta y clara: ¿Hay alguien que no haya toreado? silencio... ¿Que si habéis toreado todos?... El silencio se apoderó del ruedo y tras el burladero dos figuras se empequeñecían atrincheradas viendo como el tren de las oportunidades se les escapaba sin ningún atisbo de poder alcanzarlo.

La oportunidad se había esfumado, había pasado el tren y ni siquiera había tenido el valor de perseguirlo más allá del burladero, pero, qué equivocado estaba, porque para cuando llegó ése momento, mi oportunidad ya estaba más que aprovechada, había conocido a un ganadero y a una familia entrañable que nos acogió en su casa con un cariño y una amabilidad encomiable, siempre atentos a cualquier detalle, siempre pendientes de todos, habíamos convivido durante una jornada con gentes de los lugares más insospechados, como el grupo de franceses y belgas o el aficionado llegado desde Andorra, habíamos puesto cara a vecinos de blog a los que sólo conocíamos virtualmente.... al final poco importaba un diploma o un trofeo porque hay detalles que a uno le conmueven más que todo eso como ver a Raul Simón un joven con síndrome de Down y una afición sin límites torear al alimón con Pablo Belando, por eso y por mucho más mi oportunidad la doy por más que aprovechada, lo siento por la recua de seguidores en busca de morbo que he dejado por el camino, pero qué le vamos ha hacer. Como decía rosendo . "Llegará mi oportunidad"


Raúl Simón al alimón con Pablo Belando, la foto es del blog "Objetivo el Toro" , uno de sus componentes, David Menacho fue a la postre el vencedor del certamen junto a Raúl.