viernes, 16 de marzo de 2012

SABER DIFENCIAR ENTRE EL NATURAL Y LA DERECHA

Ayer noche, un conocido diario local, entregaba sus premios a la mejor web regional del año 2011. Un "famoso" actor y presentador español con menos gracia que el principado de Mónaco tras la muerte de su princesa, fue el encargado de hacer de anfitrión de la gala. A modo de cómico, entendiéndose por cómico a la persona que hace reír a las demás, el personaje que seguramente se embolsó por el papel lo mismo o incluso más que algún torero por matar una de Dolores Aguirre en el valle del Tiétar, fue interpretando su guión hasta que, no sé si por querer hacer un chiste fácil, una alusión, un símil político o simplemente por hacerse el graciosillo, aludió a la persona de Diego Urdiales, ausente por motivos personales y laborales, para expresar su ignorancia respecto al por qué a un pase con la derecha se le llama derechazo y a uno con la izquierda natural. Reconozco que no todo el mundo tiene la obligación de saber y de entender los aspectos técnicos de un arte que forma parte de la cultura de nuestro país y en el que un hombre, un ser humano, un torero, se juega la vida conscientemente ante un animal con dos puñales en forma de pitones rondándole las femorales con fraticidas intenciones, pero bueno como creo que entre los asistentes a dicha gala había pocos que sabían el por qué,  lo voy a explicar brevemente: "El pase natual se distingue del derechazo, porque la muleta vuela sin la ayuda, es decir sin el estoque, es un pase sin engaños, con la verdad por delante y ofreciendo el corazón como sacrificio carnal. El pase natural se realiza con la mano izquierda aunque también se puede torear al natural con la derecha, desprendiéndose de la ayuda del estoque. Por lo tanto el pase natural se considera un pase sin trampa ni cartón, puro, transparente y sin engaños posibles."
De vez en cuando no viene mal un poco de cultura taurina, pero entre derechos de imagen, represalias, prohibiciones políticas totales como la de Barcelona, o parciales como la de entrar menores a las plazas de toros gallegas amparadas por grupos políticos de ambas manos, se nos pasa el tiempo en oscurantismos asquerosos y no nos detenemos en cuidar y fomentar nuestra cultura que en el fondo es lo que nos quedará si algún día los malos llegan a ganar la batalla.


1 comentario:

  1. Luis:
    Cada día más parece el toreo propio de una cultura extraterrestre que de la Península Ibérica. Y poco me parece no distinguir el natural del derechazo, porque ¿qué me dices de cuando te están hablando de un rejoneador, sí, ese que el caballo lleva como una falda? Entonces es para echarse a llorar; cuando todo el mundo sabe que el rejoneador es el que clava arpones en el toro allá donde le parezca, que revienta al toro a correr y cuando ya lo ha parado es cuando le clava de todo cuando el toro tiene su cabeza allá por la grupa del caballo. El picador es el que o no pica o machaca al toro, al grito de vale, vale o dale, dale.
    Un saludo

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