No, no voy a ponerme en plan castrense y preparar una de esas causas sumadas con las que se enjuicia a los militares que inquieren en algún delito consumado en su devenir marcial.
De lo que me quiero hacer eco es de lo que se aconseja desde las troneras de los burladeros por parte de cuadrillas, apoderados, mentores o mozos de espada a los que se están jugando la vida, el prestigio o su porvenir en el ruedo de una plaza de toros.
El miércoles 9 de junio se celebró en la plaza de toros de Nájera, "La Farola" la final del Bolsín taurino de La Rioja. Se midieron ante unos excelentes erales del ganadero riojano Carlos Lumbreras, los novilleros Christian Chía de Camas, Daniel Torres "Cotola" de Colmenar y Juán Romero "El Zorro" de Córdoba, que a la postre resultó vencedor del certamen.
Desde mi ubicación en una de las barreras, la entrada era sin numerar, pude escuchar perfectamente los continuos consejos que se les daban a los novilleros; con solera, cruzaíto, puesta, templadito, por abajo, sitio, vamos a tirarnos, toque..... infinidad de tópicos y frases hechas que se sueltan como si por el mero hecho de decirlas ya se fuesen a cumplir, incluso uno de los mozos de espadas, con todas las echuras de ser el abuelo del torero le espetó durante la lidia," y haz el favor de obedecer hombre".
Siempre acojo con respeto y agrado los consejos que me prestan e intento ponerlos en práctica pero el otro día en Nájera tuve la sensación de que en cualquier momento uno de los novilleros se iba a volver hacia el burladero de donde provenían las voces y preguntar: ¿Pero y cómo?
Dos de los apuntadores con el novillero al fondo.
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