Los toros seguirán existiendo mientras sean un bien de interés, sin más. La cultura existe, cómo negarlo, pero es la que cada uno es capaz de descubrir y desarrollar dentro de la fiesta. A mi abuelo le gustaban los toros y no creo que encontrase en ellos ningún interés cultural, pero era capaz de distinguir un toro bravo de un medio toro al primer paso que ponía en el ruedo, de saber si cojeaba de los pies o de las manos antes de llegar al primer burladero, de aplaudir a un picador por hacer bien la suerte o lanzar un exabrupto al escuchar el primer aviso al diestro y todo ello sin apenas saber quiénes eran Picasso, García Lorca o Cossío, pero con más conocimiento de la naturaleza y respeto hacia los animales del que pueda tener cualquier parlamentario de los que debaten en el Parlament si prohibir o no las corridas de toros.
Más le valía a la Presidenta salvaguardar la integridad de los aficionados de la plaza de toros de Las Ventas propiedad de la Comunidad de Madrid, garantizando un espectáculo íntegro y de interés.

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ResponderEliminarEsto que esta pasando nos tiene que hacer reflexionar, debemos de cuidar la fiesta, desde el maletilla,hasta el infinito.
Que toree quien se lo merezca por meritos propios, tenga la edad que tenga, que nos ayudemos los unos a los otros y no nos pongamos mas trabas y unlargo etz que acumulados hemos llegado a esta situacion.
Un abrazo Rayito
Claro que sí, y desde Madrid con más razón.
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