jueves, 1 de noviembre de 2012

A ESTOCADA LIMPIA

LA RESURECCIÓN DE MARTÍN VÁZQUEZ

Señor Martín Vázquez: usted, que sucumbió moralmente de una cornada al año de su alternativa, que resucitó el 20 de mayo en Madrid, y que anteayer, también en Madrid, subió al quinto cielo taurino, hoy por hoy es para la “afisión” el hombre del día y de la noche. Charlemos, pues, para darle a “la afición” un plato de gusto.
 -Como usté quiera. Pero que coste que yo ni me engrío ni me engreiré.

-Magnífico. Pues, sin engreírse, dígame cómo se matan los toros.
-Y eso, ¿Quién no lo sabe?... Se coloca uno; hase que er toro, cuando está cuadrado, se fije en la muleta, porque, si no se fija, no hay quien mate bien; se arrastra el pie izquierdo, se entra con velosidá, o despacito y recreándose, si la res lo permite; se manda con la muleta, mientras se hunde la espá..., y si la espá ha entrao en su sitio, pos er toro se quea en er sitio.

-Bueno, ahí falta lo principal. El toro se queda en el sitio; pero el matoador ¿dónde se queda?... Porque se puede quedar encima o debajo del cornudo, o en el suelo, con algunas brechas en la piel. Matar así no careciendo de valor es fácil. Mas usted no mata así a lo bruto; usted no sale atropellado por la cara; usted no cuartea para evitar el peligro, ni brinca para evitar el cuarteo; usted cruza, porque, como decía el padre de los Gallos, “al que no hace la cruz se lo lleva el demonio”; pero cruza a la ley, sin trampas, artísticamente a lo Mazzantini, a lo “Algabeño”... ¿Cómo se realiza esta operación?¿Cómo se mata cruzando y sin brincar? Conteste, ya que es usted de los pocos que lo saben hacer.

-Pues mire usté, me pone usté en el apuro hache... porque, la verdá, yo cruso sin enterarme de cómo cruso. Es una cosa instintiva: la mano izquierda va pa atrás al ir pa adelante su compañera y lo libra uno. Yo no he aprendido ese movimiento, y me figuro que no se aprende. Es que se nase con esa habilidá. Y la prueba es que en el primer toro que me sortaron...
 Diego Urdiales matando a un Victorino en Madrid, 8 de junio de 2012