miércoles, 29 de septiembre de 2010

ZAPATO DE ORO, ARNEDO 2ª DE FERIA

QUERER NO ES PODER

Ganas, ilusión, fe, coraje y valor, son cosas que los novilleros llevan a la plaza ya puestas desde el hotel cual si fuera el vestido de torear y como dice la copla, son cositas del querer. El temple, el dominio de las distancias, el arte y la torería se llevan dentro y deben surgir como un expontáneo sobre el ruedo, cuando ante tí se encuentra ese animal llamado toro que embiste a la franela con clase y con prontitud y que en cada viaje persigue los engaños con bravura y nobleza. Ayer se dio el caso del novillo encastado, noble y con clase, el segundo de la tarde de nombre pajarraco que le "tocó en suerte" a José Arévalo, que quiso pero no supo.
Arévalo lo recibio en el tercio con una larga cambiada que apenas tuvo repercusión en los tendidos, ya de pié se estiró a la verónica con gusto y compás. Tomó el novillo una vara en la que empujó. Con las banderillas estuvo vulgar en carreras más de recortador que de torero y clavando los tres pares a toro pasadísimo. Citó de lejos con la muleta, el novillo se venía con prontitud y el valenciano le recetó varias tandas de derechazos ligados y de mano baja pero sin demasiada conjunción y algo despegados. Por el izquierdo también se desplazaba el novillo con clase y Arévalo lo intentó pero se le notó menos cómodo y la faena se fue diluyendo de más a menos. Mató de media y estocada y cuando pensaba que la exigente afición de Arnedo pediría los máximos trofeos, se encontró con la cruda realidad de unos tendidos desentendidos de los que sólo recibió una merecida ovación por las ganas que demostro el novillero. En su segundo otro noble novillo de Piedraescrita estuvo animoso con el capote en un quite por caleresinas, fue pitado en banderillas tras un tercio algo extridente en el que clavó de dentro a fuera, al violín y unas cortas que rompió en el testud del novillo y que tuvo que clavar de una en una cual caballero rejoneador. Con la muleta volvió a evidenciar la falta de colocación, el mal manejo de la zurda y la falta de temple, acabó de rodillas y tras la estocada fue silenciada su labor. No gustó en general la actuación de José Arévalo en Arnedo pero a mí personalmente me gustaron sus ganas y con un poco de suerte y si consigue tener alguien a su lado que le encauce esas ganas hacia unos cánones más estilistas y más clásicos del toreo, creo que el chaval puede tener futuro, pero hoy por hoy en plazas como la de Arnedo hacen falta algo más que ganas para emocinar a los tendidos, no olvidemos que en juego está el prestigioso Zapato de Oro.

Abrió plaza Angelino de Arriaga que pechó con un primero noble pero muy soso en la muleta y se perdió en una faena demasiado larga y sin contenido, el cuarto requería una muleta experta que le tapara el continuo cabeceo a la hora del embroque pero el mexicano sólo fue capaz de gustarse en una tanda por el izquierdo toreando suave al natural. Aunque pasó desapercibido por Arnedo me gustaron sus formas a la hora de citar, con la muleta por delante.

A Víctor barrio sus dos novillos no le dieron la opción de poder, con su primero, un inválido que apenas se tenía en pié, apenas consiguió sacar una serie por el derecho a media altura y con el que cerraba plaza, un manso redomado que huía de los capotes y de los caballos, poco pudo hacer en un trasteo cercano a las tablan donde se refugió el novillo tras el tercio de banderillas y la extraordinaria brega de Carlos Ávila.




2 comentarios:

  1. Luis:

    He podido ver el vídeo de este novillo comiéndose las telas y yo me comía las uñas por el desperdicio. Qué manera de embestir y que manera de destorear. Pero además te agradezco que nos digas cómo fue al caballo, porque esa fase de la lidia ya está totalmente desterrada de los vídeos que se ven por internet. Será el momento de comerse el bocadillo.
    Aunque el torero no pueda, siempre da gusto ver a un novillo así, pero da una rabia que no sepan por donde meterle mano.
    Un saludo

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