viernes, 7 de mayo de 2010

¿A QUIÉN DEFIENDE LA AUTORIDAD, SEÑOR MOLÉS?


Ayer, primera de abono del ciclo Isidril, paseillo formado por Curro Díaz, Juan Bautista y Eduardo Gallo. Llegan al burladero, saludan a la presidencia y proceden a cambiar el capote de paseo por el de brega. Hasta aquí todo normal y sin incidentes destacables, narrado pulcramente en el plus por el "maestro" Molés y sus dos comentaristas, Antoñete y Caballero. De pronto algo llama la atención de Molés, "han desplegado una pancarta en el tendido alto del 7" titubea ligeramente antes de leer su contenido, "¿A QUIÉN DEFIENDE LA AUTORIDAD?" Éso era lo que rezaba la pancarta que por sus dimensiones se podía leer nítidamente desde cualquier punto de la plaza. A partir de ese momento, el "maestro Molés", perdió el sitio, la muleta y hasta la dignidad al intentar responder a la pregunta creyendo que se trataba de una reclamación de los del 7. A molés sólo se le ocurre decir que la autoridad defiende al espectáculo y a la fiesta... es decir, a cualquiera menos al aficionado. En estas seguiría el "maestro" buscando defendidos de no ser porque alguien de su equipo le informó de que ¿A QUIÉN DEFIENDE LA AUTORIDAD? era el grito de guerra de un aficionado del tendido 7 llamado Salva, recientemente fallecido y que la pancarta en cuestión suponía un homenaje a su persona así como la colocación de ramos de flores junto a una foto suya en la localidad que ocupaba. A raiz de darse cuenta del origen de la pancarta, Molés se deshizo en parabienes hacia el gesto recordando ya la procedencia de la pregunta pero para entonces ya le había pegado una estocada pescuecera a los que se consideran desprotegidos ante la autoridad.

Molés seguirá durante toda la feria sin saber o sin querer saber a quién defiende la autoridad pero la mayoría de los aficionados si que sabemos a quién no defiende Manolo Molés.

1 comentario:

  1. Si si, metió la pata hasta el corvejón. Reconozco que cuando quitaba el sonido para hablar por teléfono la retransmisión era más aburrida (es que Chenel está como nunca: no hace más que hablar del tiempo y de la camiseta termolactil que lleva enfundada).
    Mucho regusto andaluz pero poco toreo eh.

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