sábado, 8 de mayo de 2010

DUERME EL LEÓN Y DESPIERTAN LAS VIÑAS




Durante muchos años de mi infancia y mi juventud, al asomarme a la ventana de mi habitación, contemplaba en la lejanía su majestuosa silueta. El León Dormido, así se le ha llamado desde tiempos a este monte situado en la Sierra de Cantabria a pocos kilómetros de Logroño en la llamada Rioja Alavesa. Lo contemplaba cada mañana, cada tarde e incluso cada noche, adivinando a lo lejos, las diminutas luces tintineantes de los pueblecitos que se encuentran situados en sus faldas, hasta que la acción inmobiliaria fue tapando poco a poco su soñolienta estampa para convertirla en grandes moles de edificios crueles y opacos.

Habrá quién no vea en él más que un monton de rocas erosoniadas por la acción inapelable del tiempo, e incluso si no se mira desde la perspectiva adecuada sólo se ven aristas y conjuntos rocosos, pero aunque lleve toda mi vida contemplándolo, cuando aparece cada día en mi campo de visión no puedo evitar dedicarle un pequeño espacio de mi tiempo para comprobar que sigue estando ahí, que su placentera silueta sigue pareciéndome lo mismo que me parecía cuando era un niño y me transmitía esa sensación de paz y poder que provoca un león dormido que sabes que nunca por siempre despertará.


Por cierto las viñas como cada primavera comienzan a despertar y a regalar preciosas estampas en los campos riojanos.


2 comentarios:

  1. ¿Es acaso Pago de Capellanía? En el montecito de la Finca Ygay de Murrieta

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  2. Correcto. Un paraje precioso con unas vistas increíbles de Logroño, la Sierra de Cantabria,el valle del iregua y el valle del Leza-Jubera.

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