martes, 16 de febrero de 2010

LA SONRISA DE UN NIÑO

Su sonrisa no tiene doble sentido, ni esconde falsedad ni hipocresía, no mira directamente al objetivo, pero tampoco mira hacia otro lado como el que no quiere contemplar la cruda realidad que le rodea. No lo hace porque todavía desconoce que existe ése otro lado, pero por su mirada se adivina que el día que lo descubra lo mirará frente a frente a los ojos.
Su sonrisa no es consciente de que en un país llamado Haití, hay niños pobres que se han quedado sin papás y pobres papás que se han quedado sin hijos por culpa de un maldito temblor de tierra. Ni sabe que su país está inmerso en una grave crisis económica propiciada por el bajo nivel de la política española en general. No le importa que el domingo perdiera el Barça e ignora que el sábado ganó el Madrid, él es feliz con su futbolín y sus Bakugan.
Desconoce qué película ha obtenido más Goyas y no le importa cual ha sido el actor más laureado en la ceremonia de entrega, pero volverá a ver por décimoquinta vez o más, su peli preferida, Rayo McQueen.
No tiene noticia alguna sobre la ofensiva talibán pero ordena cada día en formación a su ejército de Gormitis para controlar sus bajas y sus altas.
Ésa dulce sonrisa de Peter Pan es capaz de convertirse en la carcajada más desternillante al escuchar un pedo o un eructo de Bob Esponja y a la vez de estallar en el más desconsolado de los llantos si Ángela su hermana melliza se queda con el trozo más grande de croqueta a la hora de cenar.
Ésa sonrisa es la de un niño pero a la vez es la de todos los niños del mundo, felices porque todavía no saben que les espera una vida llena de oscuros recovecos que tendrán que saber iluminar con miradas tan limpias y brillantes como las que tienen ahora.
Ésa sonrisa y ésa mirada son de Fran, que dentro de poco cumplirá 6 años, es mi amigo y de mayor quiere ser el señor que les da las orejas a los toreros en Arnedo. Y yo de mayor, quiero ser como él.

2 comentarios:

  1. Felicítalo de mi parte, y a sus padres también, por aguantarte.

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  2. Fran, lo que tiene limpio de verdad, es el corazón. Pero no te preocupes, que ya nos encargaremos todos nosotros de ensuciarselo. Un abrazo

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