DIEGO URDIALES CAMINA CON DIGNIDAD

El pasado viernes 11 de diciembre el ganadero Victorino Martín hijo, en una charla organizada por la peña Diego Urdiales , calificó al arnedano como “un torero que se había hecho estudiando en casa”. Llevaba razón el ganadero de Galapagar, Diego, tras varias temporadas sin poder vestirse de luces por el abandono empresarial, tuvo que inventar faenas en la soledad de la “vieja plaza” de su pueblo, analizar embestidas, estructurar faenas, administrar pausas, adornos, estocadas.... y todo ello sin ver un halo de luz que iluminase lo más mínimo el camino que deseaba recorrer, o lo que es lo mismo, sin un contrato a la vista. Únicamente apoyado por su familia y sus amigos más cercanos, el torero fue convenciendo a casi todos de que tenía una misión que cumplir y que estaba capacitado para realizarla, sólo pedía una oportunidad. Así que cuando tras quedarse fuera de la feria Matea de Logroño del 2006, el siguiente año rogó a la empresa Chopera la inclusión en la corrida de Victorino. La empresa, que hace pocas fechas intentó apoderar al diestro riojano, le negó sus deseos y lo “acomodó” en la de Cebada Gago. Pero el destino también torea de salón e hizo que Urdiales tras cortar una oreja a un Cebada, entrase por la vía de la sustitución en la ansiada corrida de Victorino, indultando a Molinito.

El hijo de Victorino declaró en Arnedo que el toro Molinito había sido muy exigente y que Diego estuvo a la altura de las circunstancias, cosa prácticamente imposible debido a su trayectoria ya que hasta ésa fecha apenas había toreado unas treinta corridas de toros desde su alternativa en 1999, habiendo toreros en el escalafón que con la misma o superior estadística por temporada no hubiesen sido capaces de estar al nivel que exigía Molinito.

A partir de ese momento Diego Urdiales se ha ido labrando un camino a base de firmeza dentro y fuera de la plaza, ha entendido y nos ha hecho entender que no todo vale para sumar, que hay corridas a las que no se puede apuntar aún sabiendo que un triunfo puede resultar mediático por unos días pero que a la larga no le va a suponer ningún rédito artístico. Y no sólo nos ha convencido a base de palabras, los hechos le han dado la razón, como la tarde de los Torrestrella en la Ribera o la oreja arrancada a un Victorino mastodóntico en Bilbao o en Madrid con una vuelta al ruedo de las de antes tras pisar los terrenos de la nada, ésos terrenos que habitan entre el toro y sus intenciones fraticidas.

Así que cuando escucho y leo que Diego Urdiales ha estudiado una oferta recibida poor parte de la casa Chopera para apoderarlo ésta temporada y tras escuchar de su propia voz los motivos por los que no se llegó a buen puerto en las negociaciones, no me cabe la menor duda de que la decisión tomada por el torero de Arnedo habrá sido la más acertada porque nadie mejor que él sabe de sus capacidades y de sus planteamientos para caminar por esta profesión con la máxima dignidad posible.


Diego Urdiales caminando por la calle de Alcalá de Madrid antes de la Goyesca del 2 de mayo